La llegada de Lisboa a sido un poco ajetreada, debido a que el transporte funciona diferente a Madrid. Estamos en una zona muy bien comunicada, pero las tasas estan muy elevadas, ofrecen varias posibilidades, pero ninguna adecuada para los primeros días (a no ser que llegues antes del uno de cada mes).
En cuanto a las empresas, ha sido un contraste inesperado para ambas, ya que tienen una forma de trabajar diferente a las peluquerías en las que estuvimos en Madrid. Celin trabajaba en equipo y aquí hace trabajos de forma más individual y Paula justo lo contrario. En cuanto a las primeras impresiones, nos llamó la atención cómo todo lo relacionado a la forma de trabajo, la atención al cliente, la cercanía, el trato... ¡incluso en el lavado del cabello es diferente! Se ofrecen trabajos muy estéticos, para justificar los precios.
Y para finalizar, consideramos que en poco tiempo, nos hemos adaptado bien al cambio.
